Inauguramos aquí la sección de Quevedescos, breves historias que llevo unos años escribiendo.
El Quevedesco, homenaje a los juegos de palabras de Quevedo, y a los Arrabalescos de Fernando Arrabal, cumple estas condiciones: es una historia condensada en una o dos líneas, y basada en algún juego de palabras lo más absurdo o surrealista posible.
Iré publicando por aquí los que tengo, con el fin de alimentar mi ego un rato... y ya de paso, si hay algún editor por ahí leyendo esto, tengo suficientes para hacer un libro... por caridad... :D
Así que vamos con uno de ellos, que así porque sí, va a ser el 108:
108. Tenemos docjumentos que prueban la culpabilidad del burro.
59 comentarios:
ABSOLUTAMENTE GENIAL!!!!
Queremos ver mas!!!!!!!!
No soy editor profesional, pero estaria dispuesto a dar salida a este material.
Por cierto, que no es mala cosa , pensar en juntar Arrabal y Quevedo, no señor.......
Arrabal es un lunatico divertido, y Quevedo, no se si divertido seria la palabra, en todo caso, el humor de ambos, es HUMOR con mayusculas, o mejor dicho, mas que humor, creo que lo due prima en ambos es la IRONIA, un arma, que cuando se sabe usar, no tiene parangon
Ah, nada como tener una corte de pelotilleros... :)
En fin, ahí va, porque sí, el número 47:
47. “Me amoldaré”, dijo la hogaza de pan sintiéndose anglófila.
Confieso con toda sinceridad... que yo no publiqué el post alabando los Quevedescos. :) Lo que ocurre es que tengo suficientes pelotilleros. :P
Admiro el publicado sobre mandrileño, pues realmente es perfecto. De hecho, llevaba tiempo dándole vueltas a la palabra... Lamentablemente, no podrá ser el 23, número ya ocupado, pero iniciaré una serie 1000, de colaboradores, con lo que pasa a ser el 1023.
Y ya que estamos, ahí va el 38:
38. Su bromiscuidad le empujaba a enviar chistes por correo electrónico a multitud de personas.
Lo que tiene el mandrileño, es que es hermono del que hay en Barcelona, cuyo administraidor separó a los componentes de la familia, por un quítame de ahí esas pajas.
Tal era su esposa, que al repartir las cartas decía: 'el Carnero, abra por favor..'
Hay animales políticos que no hacen más que rebaznar en el congreso.
Desde lo de las bodas homosexuales, el país es un obispero.
La imaginación febril de algunos, produce quevedascos.
¡Impresionante despliegue de quevedescos! :) Ahora mi duda es si sacar una edición paralela de colaboradores, o si directamente apropiármelos... :P
Sea como sea, allá va el 101..
101. La claustrofobia me obligó a abandonar mi plaza en la universidad.
Yo también abandoné mi plaza en la Uniadversidad por lo mismo.
Si como tú dices, Coronel, la IRONIA es un arma sin parangón, la IROKIA es entonces un arma de destrucción masiva.
Tan incendiaria era su epístola, que más bien parecía una carta de destrucción misiva.
Tan incensiaria era su epístola, que más bien parecia una carta de odoración masiva
Se cotizaba tanto aquel restaurante, que talmente parecía disponer de cartas de preciación más IVA
Final de la serie de quevedescos de interpretación lesiva
Su aterrizaje en el planeta de los nimios no tuvo importancia alguna para Houston.
Señores,
Tras una pequeña laguna creativa, ahí va un nuevo quevedesco:
109. El forense comenzó su presentación ante el juez: “Tras una cuidadosa investigación, hemos llegado a conclusiones claras del motivo por el que Dolores García, una simple e inocente señora de la limpieza, se convirtió en una tan terrible asesina en serie: su trabajo la exponía constantemente al amaníaco del agua de fregar”.
Nuevo quevedesco, vamos a por el 110:
110. Al carnicero le dio un susto de morte cuando le dijeron que su butifarra casera sabía como la empaquetada.
Y vamos con uno nuevo:
111. La situación en el Tribunal era un tanto aboguiante, con tantos recursos interpuestos. El juez, generalmente comedido, no pudo evitar estallar y exclamar: “¡Me están togando mucho los…!”.
Y ahí vamos con el 112:
112. Has perdido tu autoridad y sólo te queda una jurisficción.
Vamos con los nuevos:
113. Las calles están hechas un obispero.
114. Víctima de la modorra, la modelo se durmió en medio de la pasarela.
115. "¿Y usted de dónde es?" "De París" "Ah, qué bien, ¿de qué barrio?" "Del de Nôtre-Dame. ¡Y de pura chepa!"
Sigue la cuenta:
116. Las erratas son las últimas en abandonar la galerada.
117. “Esta temporada no han venido las grandes manadas a la sabana”, dijo el famoso cazador. “No se preocupe, señor” –dijo su guía-. “Ya sabe, no ñus are good ñus”.
118. "¿Cuándo me entregarás tu corazón?" "En otroño", dijo ella mientras las hojas secas caían y eran arrastradas por el viento.
119. El diputado se arrojó por una catarata de declaraciones retrógadas. Era un maestro del bafranquismo.
120. “¡¡Convertíos, muelas, pues llega el fin de los tiempos para las dentaduras, y el Paraíso en el que ya no habrá ni caries ni sarro!!” “Tengo que dejar de venir a este adentista”, pensó el paciente.
121. Cuando discutas, manda siempre a la mierda a tu interlocutor. Al menos, la discusión no habrá sido estéril.
122. “¿Quiere probar el coche?” “No, gracias, no se moleste. A todos les encuentro el mismo gusto metálico”.
123. "Su hijo está teniendo resultados muy pobres en los exámenes. Sólo saca ceros y unos". "Malditos ordenadores, sabía que no le harían ningún bien..."
124. Caminaba dando tumbos, pero al menos podía ir más rápido que antes. Fue buena idea quitarse las lentillas.
125. El afamado culturista es nuestro candidato ideal como bicepsministro de deportes
126. Sólo tenía de atleta el pie de.
127. "Señoría" -dijo el fiscal- "el núcleo de las ilícitas actividades inmobiliarias del Sr. Ibrahim en la capital no está nada claro". "¡Protesto, señoría!" -dijo el abogado-. "Mi cliente siempre ha sido un eucairota".
Damos la bienvenida en los Quevedescos, a un nuevo personaje, el Sr. Hitoshi, que abandonó su Japón natal para recorrer el mundo.
127. En su viaje por Euskadi, al Sr. Hitoshi le presentaron a un tal Josu. “Josu es bueno en todo lo que hace”, le dijeron. “¡Anda, claro, por supuesto!”, dijo el Sr. Hitoshi.
128. En Alemania, el Sr. Hitoshi visitó a su vieja amiga, Ulrike. “Este es Otto”, dijo Ulrike presentándole a un amigo. “¡No me habías dicho que te habías casado! ¿Y cómo se llama tu marido?”
Vamos con dos más:
129. Dado su régimen alimenticio, el antropófago rara vez comía fuera de casa. Como mucho, iba a restaurantes donde ofrecieran canelones de la yaya.
130.“Hijo, no me refería a que te hicieras proctólogo cuando te dije que te buscaras un trabajo de ver-ano”.
131. “Mamá, ¿quieres dejar de tirarle antibióticos a mi novio? Lo que he dicho es que es bactriano. ¡Bactriano!”
132. No era mal inversor. En todo caso, un poco desalmadoff.
133. Hoy ha llagado a mi buzón otra de tus hirientes misivas.
134. "Ya conduzco yo", dijo el trozo de cobre a la arandela de goma.
135. Te gusta tener la sartén por el Mango. Pero así arruinarás todos tus suéters.
136. Siempre fue un hombre callado y tímido. Por eso no respondió al tratamiento.
137. Ante las críticas por el elitismo y rigidez de su gramática, el autor, Helio Antonio de Nebrija, declaró lo siguiente: “No me afectan. Nunca me mezclo en estas discusiones ni reacciono a estas polémicas”.
138. “Ya es la cuarta vez que le sacamos en camilla de la pista ¿Seguro que usted sabe esquiar? - ¡Pues claro que sí! Lo que pasa es que yo practico esquí al pino”.
139. Joseba no tuvo más remedio que marcharse tras exponer su agurmento.
140. El congrejo se inaugurará en la pleamar del 19 con la conferencia: “La okupación de conchas por los ermitaños: ¿necesidad o delito?”
141. El Marqués de Pedé no se sorprendió al encontrar de nuevo borracho en su casa al Embajador de Bohemia y Morapia
142. Demetrio Poliorcetes: mejor cuanto más cerca.
143. Algunas mañanas desayunaba bourbon. Otras, tequila. No en vano era un oficial de alta graduación.
144. Las plazas de toros de Cataluña se han vuelto algo cosoleto.
145. La señora Juana apenas salía de su mercería. Por eso siempre explicaba las cosas a medias.
146. Su perilla no era especialmente llamativa. Era del mentón.
147. “Velázquez, majo, ¿y qué tal una oveja en lugar del perro?” “Majestad, no mezclemos churras con meninas”.
148. Siguiendo la herencia espiritual de sus padres, Mohinder García, hijo de un taxista de Jaén y de una cajera natural de Nueva Delhi, se tomaba las cosas con mucha carma.
149. Le abrieron un expediente al teniente abstemio por incumplimiento del beber
150. Tenía el comportamiento diabólico propio de un estudiantre.
151. "Seguía fervientemente los principios de su Inglesia y siempre se tomaba el té de las cinco".
152. Sus poderosas nalgas delataban su origen culiforniano.
153. El PIN justifica los medios de pago.
154. Vestía muy andrajosa. Sus tendencias políticas la llevaban a ir hecha una facha.
155. La hermana del Marqués de Pedé buscaba infructuosamente un marido rico. “Tengo un afán tan desmedido por la pintura renacentista que necesito un marido que me Mantegna”.
156. Llevó a cabo su reforma política deslizándose suavemente por la pista de baile. Era una experta en bailes de Solón.
157. En este pueblo el frío es muy seco. No te da ni los buenos días.
158. El vedetterinario se gastó una buena suma en instalar en su clínica una escalinata por la que bajaba cada día al son de la música al comenzar a pasar consulta.
159. Rezó sus últimas oraciones al golpearse las rodillas. “Peligro de murete” ponía en el cartel.
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