Para terminar el año con buenos sentimientos y bondad, Pensamiento Marmota ha decidido lanzar una nueva sección, Ciudadano Cabrón.
En este post propondremos maldades que se pueden hacer al vecindario y al prójimo... pero no pravus gratia pravi, sino maldades destinadas a que se cumpla estrictamente con la ley. Es decir, se trata de convertirnos en el típico ciudadano cabrón que llama a la grúa porque ve un coche mal aparcado, aunque no le cause ninguna molestia... ser la versión adulta del chivato asqueroso de clase... recuperar el noble espíritu de Robespierre, que, si la ley decía que había que guillotinar a alguien, le daba igual que el condenado fuera su amigo o su hermano.
Así pues, para dar ideas, aquí van unas propuestas, aparte del susodicho coche mal aparcado:
- Pasar junto a la cola de una tienda, y al ver a alguien colarse, avisar a los afectados.
- Cuando se abre el plazo de la declaración de la renta, estar atentos a si un compañero de oficina cuenta algún truco que usa para no declarar algo, y acto seguido llamar a Hacienda.
- Tomar nota del día que alguien llega tarde al trabajo sin que se dé cuenta el jefe, para al día siguiente, cuando llegue a la hora, decir delante del jefe: "Hombre, Manolo, hoy sí que llegas a la hora..."
- Comprarse un medidor de ruido de lo más sofisticado, y llamar a la policía en cuanto el vecino supere los límites legales en medio decibelio.
- Ir cada noche a la casa okupada más cercana, y cortarles los cables que han tirado para puentear la luz.
13 comentarios:
Darle una lista al guardia de la zona azul de todos aquellos coches que hayamos visto casualmente sin su ticket correspondiente, o que ha sobrepasado la hora.
Al estar en una tienda repleta de gente, con mucha cola, preguntar al vendedor, todo aquello que no nos hace falta para comprar un articulo (la garantia de una grapadora, si los folios seran apropiados para nuestra HP, si el boligrafo BIC escribe en superficies de carton), y que , seguramente el vendedor desconozca, pero que es nuestro derecho saber.
Queridos amigos,
Acabo de regresar de un breve viaje a Estados Unidos, que ha incluido una breve escala en Londres, y esa breve escala me ha permitido darme cuenta que posiblemente el Reino Unido es una mina por explotar de ciudadanos cabrones. :)
Situación: avión Barcelona-Londres, justo recién llegado al finger. Se da esa situación de unos cuantos segundos en los que el avión en principio está ya parado, pero como todavía lo están conectando al finger, el piloto no ha apagado la luz del cinturón de seguridad, y se supone que todo el mundo tiene que estar sentado...
Pues bien... un despreocupado españolito (no era yo :) ), no dudó un segundo en levantarse y empezar a coger sus cosas... y de inmediato varias manadas de brazos británicos que había a su alrededor le agarraron de las solapas, mientras le increpaban "sit back, sit back!!"... para estupor de nuestro españolito.
Ciertamente, creo que tenemos que trasladarnos al Reino Unido para poder hacer una investigación seria para Ciudadano Cabrón.
Lo confieso. No he podido evitarlo, y he actuado como un auténtico ciudadano cabrón.
Les pongo en situación. Cada semana visito un cliente de mi empresa, donde me siento junto a personal de una empresa consultora bastante despreciable. Supongo que este hecho no me exime de mi maldad, pero reconozco que fue el impulso definitivo... aparte del hecho de que desde hace dos meses, el recurrir a mi silla, desajustarla, y no volverla a dejar en mi mesa al terminar de usarla, ha sido algo habitual de estos consultores.
En fin... llego el otro día, después de comer, y oh sorpresa, mi silla ya no está... y veo que en la mesa de al lado, ocupada por uno de los sujetos de esta consultora, hay dos sillas, una de ellas la mía.
Con calma y serenidad, recupero mi silla...
Con rapidez y alevosía, aprovechando que casi nadie ha vuelto de comer, cojo la silla del incauto, me voy hasta una mesa bien lejana y la dejo allí, llevándome la silla de esa mesa lejana hasta la de mi vecino.
Con crueldad manifiesta, procedo por último a desajustar lo más posible en altura y respaldo la silla de mi nuevo vecino.
La escena del retorno de mi vecino se desarrolla de la siguiente forma. Tras una inicial sorpresa y un rostro que decía: "esta silla no es mía", el sujeto pasa unos tres minutos tratando de reajustarla en vano. Por último, se gira hacia mi:
"Perdona, antes de comer cogimos tu silla, no sé si igual nos la hemos cambiado sin darnos cuenta".
"¿Ah, sí? No sé, cuando he vuelto de comer, estaba aquí esta silla, creo que es la mía. A ver esa..." Me levanto, hago ademán de mover mi silla hacia su mesa, él se levanta, miro su silla y digo: "ah, no esa no es la mía, la mía es de éstas de respaldo pequeño". Y vuelvo a sentarme, y a mis cosas, sin mirar más al sujeto.
Dos horas después, aún estaba el pobre intentando ajustar la nueva silla...
Sé que Tyler estaría orgulloso...
¡Nueva acción de Ciudadano Cabrón! Titulémosla... More Ham in your Spam.
Como sabrán, hay algunas webs "gratuitas" en las que la contrapartida supone aceptar recibir correos publicitarios. Les invito a la siguiente acción, que llevo desarrollando desde hace unos meses y es una guerra perdida, pero sea como sea tiene su parte divertida.
El primer punto es configurar el acceso a la web en cuestión para que los correos publicitarios vayan a alguna cuenta donde reportar spam sea fácil. Por ejemplo, Yahoo!, con ese maravilloso botón "This is Spam".
Segundo paso, en cuanto llegue uno de esos correos, hacer click furiosamente en el botón "This is Spam". Esto hace que por unos días el correo esté en los filtros de spam y se dejen de recibir. Inevitablemente, los correos acaban volviendo... pero bueno, otro "This is Spam", and the war goes on...
Estimados amigos,
Tengo una terrible duda como ciudadano cabrón que deseo someter a su análisis público para tomar la decisión más adecuada.
Me explico: vivo en un tranquilo barrio, en un agradable piso que cuenta con un patio. Este patio hace esquina con otro que está techado, y al tejado de ese patio acudía con frecuencia una banda de gatos callejeros a los que mi vecino de arriba les tira comida.
De aquella banda ya sólo queda un gato, imagino que por la dura vida que lleva un gato callejero (ahora no bromeo)... lo malo es que el queda es el escandaloso, el único que hace ruido. Y el animalito en cuestión, se planta en la esquina a maullar para que le tiren comida. Y como es un animal de costumbres, se encuentra ahí maullando a la hora de comer, de merendar, la cena... y he aquí el problema, a la hora del desayuno, que son las 6:30, ya sea lunes o domingo.
Sumémosle a esto que la puntería de mi vecino no es infalible, y de vez en cuando termina en mi patio algún trozo de carne, salchicha, etc. que dejan unas bonitas manchas de grasa y se pudren con alegría en estas temperaturas.
Aquí es donde viene el dilema: ¿me cargo al gato? ¿Al vecino? ¿O a ambos haciendo ver que ha sido una riña entre ellos? ¿Qué me agradecerá más el vecindario?
Yo me cargaria al vecino. Eliminar un gato , está mal visto, a no ser que sea en la carretera, donde parece que si no hay uno desnucado, la carretera sea menos carretera.
¿Por qué no llevar la ciudadanía cabrona a las carreteras? Idea ocurrida tras el habitual desplazamiento vacacional por carretera: que la DGT reparta entre la gente radares y sistemas de conexión a la red de la DGT para instalar en sus coches, y que los conductores denuncien a los otros conductores que pillen realizando una infracción. ¡Instauremos la vigilancia mutua entre los ciudadanos y el mal rollo generalizado!
Coger información de Wikipedia para un trabajo o artículo, y si se encuentran errores en esa información, corregirlos sólo en el trabajo propio, no en Wikipedia.
Ante restricciones de consumo de un producto, incrementar el consumo de ese producto. ¿Que hay sequía y se restringen las horas en las que hay agua? Grifos abiertos a tope en esas horas. ¿Que se está extinguiendo el atún? Pues atún para comer, cenar y desayunar. ¡Hay que disfrutarlo antes de que se acabe!
Buscar el coche que haya ahora mismo en el mercado con mayores emisiones, y utilizarlo exclusivamente para circular en la zona limitada a 80 km/h de la corona de Barcelona. A falta de poder comprar el coche, circular a 80 en tercera.
Cabronada sutil: organizar una campaña para que alguna guardería de Barcelona se llame "Enriqueta Martí"
Y siguiendo con acciones inspiradas por la historia de Enriqueta Martí... Localizar pisos donde vivieron asesinos en serie o donde perpetraron sus crímenes. Comprobar si están habitados, y en ese caso llamar a la puerta y decir: "¿Sabe que está viviendo en la casa de un asesino?" y contar la historia en cuestión.
Al estar preparándose para coger el coche en la calle, si se detiene al lado otro coche para saber si nos vamos, hacer como si nada y evitar mirarle para evitar darle la vital información al otro sufrido conductor. Ignorar preguntas o pitidos.
Bonus extra si es la situación inversa, es decir, acabamos de aparcar y estamos cerrando el coche, mientras el pobre incauto se piensa que vamos a dejar el hueco libre.
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